Embalses: ni los grandes ni los pequeños…/ Federico Errázuriz, asesor en temas de agua y riego

Frente a la escasez hídrica que afecta a nuestro país, a pesar de las recientes lluvias, las obras de acumulación de agua se mantienen como una alternativa fundamental para el sector agrícola. Pero la construcción de grandes embalses para riego ha perdido dinamismo, lo que resulta muy evidente al analizar que en la última década se terminaron solamente dos obras de este tipo: el embalse Chacrillas, ubicado en la comuna de Putaendo y cuya construcción finalizó en 2014; y el embalse Valle Hermoso, ubicado en Combarbalá y terminado en 2019.
Las causas que están provocando esta lentitud son múltiples, pero podemos imaginar que las exigencias ambientales y comunitarias cada vez mayores, así como la compleja tramitación de autorizaciones que requiere una inversión pública de cientos de millones de dólares, son sumamente relevantes.
Como alternativa a las grandes obras de acumulación, podríamos considerar la construcción de embalses medianos como una solución que permitiría, en parte, superar los obstáculos que enfrentan las primeras. Redes de tranques agrícolas entre 500 mil y 5 millones de m3 construidos de manera distribuida, beneficiando a las comunidades locales y a los agricultores, podrían aliviar esta compleja situación en la que llueve menos, y cuando llueve no podemos guardar esa agua para la época de mayor requerimiento.
Lamentablemente nuestras normas actuales imponen una larga, costosa e incierta tramitación tanto ante la Dirección General de Aguas, como ante el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, y solo se eximen los tranques muy pequeños, que no generan mayores beneficios a nivel comunitario.
La mayoría de los tranques agrícolas son excavados en suelos ya intervenidos por cientos de años, no interrupen el flujo de causes naturales, se rellenan con aguas de la misma calidad de la que ya corre por ríos y canales, por lo que sus impactos negativos son muy acotados o derechamente inexistentes. Considerando todo lo anterior, sería muy positivo que tanto la Dirección General de Aguas como el Servicio de Evaluación Ambiental faciliten la tramitación de tranques medianos como una medida urgente para mejorar la disponibilidad hídrica.
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