Investigador del CITRA de la U. de Talca: «Las bajas temperaturas y las precipitaciones serán las protagonistas de esta semana»

En entrevista con Frutas de Chile, Patricio González, comenta: “Recordemos que los frutales en esta estación otoñal están en proceso de endodormancia, en la cual decaen los promotores del crecimiento y aumentan los inhibidores, preparándose para el frío invernal. Los déficits de lluvias indicados no debieran superarse en abril con las lluvias proyectadas. De todas maneras, es recomendable cuidar el agua disponible y hacer eficiente su uso”.

Las bajas temperaturas y las precipitaciones serán las protagonistas de esta semana. Así lo dio a conocer a Frutas de Chile, Patricio González, Máster en Climatología, Dip. Agroclimatología e investigador del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) de la Universidad de Talca: “En la semana del 21 al 27 las máximas descenderán cercana a los 18 a 20° C. Desde San Fernando a Puerto Montt la estabilidad meteorológica, con temperaturas más frías (entre máximas de 18° C y mínimas entre 3 a 7° C), se verán interrumpidas con lluvias esporádicas, típicas del otoño. En la región Metropolitana las probabilidades son bajas. Sin embargo, desde el Maule al Puerto Montt, durante la segunda quincena se observan lluvias moderadas. Algo más intenso de Temuco a Puerto Montt. Sin embargo, se estiman en cuanto a cantidad y extensión, típicas de inicios de otoño”

“Recordemos que los frutales en esta estación otoñal están en proceso de endodormancia, en la cual decaen los promotores del crecimiento y aumentan los inhibidores, preparándose para el frío invernal. Los déficits de lluvias indicados no debieran superarse en abril con las lluvias proyectadas. De todas maneras, es recomendable cuidar el agua disponible y hacer eficiente su uso. Cada invierno tiende a llover menos en Chile central, producto del cambio climático”, destacó.

De acuerdo con el experto, el mes de abril, según lo indicado, no debería presentar riesgos para los frutales. “Dado su fase fenológica hacia la dormancia. Sin embargo, desde Chillán a Puerto Montt, en la cual las lluvias pudieran ser de mayor monto, es necesario evitar inundaciones en los predios que pudieran generar algún tipo de cubrimiento de raíces y entorpecer la oxigenación. Desde la región Metropolitana al Maule, las condiciones tanto térmicas como pluviométricas no debieran ocasionar efectos nocivos. Las lluvias de abril suelen ser de uno a dos días máximos y de baja intensidad”.

Respecto a cuáles son las recomendaciones para los agricultores para cuidar sus cultivos, González indicó:” Abril es un mes de transición otoñal hacia el invierno. El cuidado nutricional es fundamental para enfrentar un invierno que podría ser no solo con heladas extremas, sino con lluvias intensas en corto plazo, asociadas a ríos atmosféricos los cuales cargan de vapor de agua y calor a los sistemas frontales. Sobre todo, en la zona agrícola central de Chile. Lo anterior es producto del cambio climático. Por lo anterior es recomendable reforzar canales, compuertas y revisar cualquier riesgo que pudiera generar inundaciones repentinas en los predios y dañar los suelos con piedra y barro. Medidas de mitigación ante eventos extremos, entre mayo y agosto, resultan muy importantes hacerlas con anticipación”

Fenómeno de La Niña: Un evento corto para la agricultura

Según los modelos climáticos el evento frío La Niña se inició en diciembre de 2024 y culminó en abril de 2025. González detalló que, en cuanto a los efectos en la agricultura, podemos decir que ninguno. “Desde mayo hasta septiembre el clima de la zona central de Chile estará bajo un régimen denominado neutro. Es decir, no estará presente en ningún evento, tanto La Niña como El Niño. Durante el verano y otoño 2025 el fenómeno de La Niña no alteró ningún parámetro de temperatura como tampoco de lluvias. Además, fue un evento muy corto, apenas de 5 meses. Por lo anterior los agricultores frutícolas no deben estar preocupados por efectos que ya no se produjeron. Lo que viene ahora es esperar un invierno frío que permita acumular Horas-frío entre mayo y agosto, por sobre las 1300 horas, lo cual generaría una buena floración y fructificación primaveral.

“El problema que se está detectando en la zona central de Chile es que, por el cambio climático y calentamiento global, los inviernos tienden cada vez a ser más cálidos, influyendo geográfica y sectorialmente, en variaciones menores de Horas-frío. Es por lo anterior que es recomendable tener sensores meteorológicos en los huertos para ir, semana a semana, contabilizando su acumulación, la cual no es igual en cada región e incluso en cada predio. El monitoreo meteorológico es una necesidad para registrar esta variable, fundamental para una buena producción de frutas”, concluyó el especialista.

FUENTE: FRUTAS DE CHILE