Productores de uva de mesa de la región de Valparaíso podrán exportar bajo System Approach a Estados Unidos gracias a proyecto FIA

La adaptación del protocolo System Approach al Valle de Aconcagua -proyecto apoyado por la agencia FIA- preserva la calidad de la uva de mesa chilena y elimina la necesidad de fumigación, al ser exportada desde zonas acreditadamente libres de plagas. Este permite reducir hasta en un 12% el costo final de venta en Norteamérica.

La uva chilena, al llegar a los exigentes puertos de destino en Estados Unidos, suele ser fumigada con bromuro de metilo debido a la presencia de la polilla del racimo de la vid (Lobesia botrana) y la falsa arañita roja de la vid (Brevipalpus chilensis), plagas cuarentenarias en ese país. En el ámbito productivo, el daño más significativo es el causado por sus larvas a los granos de uvas, lo que favorece el desarrollo de enfermedades. Una de ellas es un hongo (Botrytis cinérea), de apariencia similar a un moho de color grisáceo que se aloja en hojas, flores y frutos, provocando su descomposición y pérdida de calidad.

La fumigación con bromuro de metilo implica un quiebre en la cadena de frío de la fruta, provocando la pérdida de calidad y acortamiento de su vida postcosecha. Debido a su alta toxicidad para la salud humana y el medio ambiente, al afectar la capa de ozono, su uso ha sido prohibido en Estados Unidos, pero se ha mantenido para aplacar plagas.

ENFOQUE DE SISTEMAS

En Chile, si bien, la presencia de la polilla de la uva ha sido relativamente baja, se ha mantenido por parte del estado chileno -a través del SAG- una negociación por más de 24 años con sus pares estadounidenses. Esto consiste en la implementación de un protocolo de Enfoque de Sistema o “Systems Approach”, que ha funcionado en las regiones desde Atacama a Valparaíso.

Este método consiste en un exhaustivo trabajo de control fitosanitario y la implementación de programas de manejo integrado para mitigar las plagas provocadas por L. botrana y el ácaro nativo Brevipalpus chilensis. Ahora, gracias al impulso de la agencia FIA y la ejecución por parte de SAG, la uva de mesa chilena de la región de Valparaíso quedará exenta de fumigación al llegar a Estados Unidos, ya que estará certificadamente libre de estas nocivas plagas.

El protocolo System Approach se ampliará a nuevas áreas de la región de Valparaíso lo que permitirá a los productores acceder directamente al exigente mercado estadounidense, manteniendo intacta la calidad de la fruta y su frescura.

UVA DE MESA CHILENA SE ABRE PASO  EXIGENTES MERCADOS

La ejecutiva de innovación de FIA, Carolina Fuentes, quien ha acompañado técnicamente el proyecto desde sus inicios, cuenta que “la implementación de un protocolo de System Approach en la región de Valparaíso marca un antes y un después en la competitividad y sostenibilidad de la exportación de uva de mesa en la región y también refuerza el compromiso de Chile con prácticas agrícolas más responsables.

UN INNOVADOR SISTEMA DE CONTROL FITOSANITARIO

Carolina Fuentes explica que la adaptación e implementación de System Approach en el Valle de Aconcagua, se realiza a través de una una metodología para el control de plagas de alto impacto, denominada AREA-WIDE.

Ésta se sustenta principalmente en la combinación de técnicas que incluyen: la “confusión sexual” por medio del uso de feromonas, el uso de pesticidas de bajo impacto ambiental y el control biológico con microorganismos en un área extensa. El método no se aplica sólo a los predios productores de uva de mesa, sino también a los colindantes, sean estos rurales o urbanos.

La metodología asume, que cuanto mayor es el área tratada, mayor es su eficacia, dado que la abundancia de la plaga disminuye drásticamente en todo el territorio comprometido. De esta forma, en la zona de aplicación del AREA-WIDE, se controla también la invasión de insectos que viene de afuera del área tratada, donde se ubican los predios manejados de forma tradicional.

En la obtención de un área libre de plagas ha sido clave la colaboración público – privada. En este caso, el éxito ha sido posible gracias a la coordinación entre FIA, SAG, productores, universidades, centro de desarrollo tecnológico y la comunidad en general.

FUENTE: SAG